La necesidad del masaje deportivo debe entenderse como algo que forma parte del propio entrenamiento de una persona que realiza deporte a diario o con mucha frecuencia. Hay que tener muy claro que adelantarse al dolor y prevenirlo es mucho mejor que tener que curarlo.
AIran Fernandez Corredor del Matrix Reload Japones |
¿Qué es el masaje deportivo?
Se entiende como masaje deportivo al tratamiento físico que se ejecuta, en la mayoría de los casos, con una técnica manual con el objetivo de mejorar el rendimiento y el estado físico de cualquier persona que realice deporte, aunque también puede ser aplicado a personas no deportistas con el mismo fin.
El masaje deportivo no es más que un conjunto de maniobras manuales realizadas por un especialista, con el objetivo de preparar los tejidos del deportista para la competición (masaje pre-competición), de recuperar los tejidos una vez finalizado el ejercicio (masaje post-competición) o para sanar tejidos dañados (masaje de rehabilitación).
Cuando se realiza un masaje deportivo, éste se diferencia del masaje terapéutico por ser más profundo e intenso. Como norma general, el masaje deportivo se basa en las pautas del masaje sueco clásico e incorpora una combinación de técnicas de estiramientos, compresiones, fricciones, tonificaciones y técnicas más avanzadas de puntos de presión y Shiatsu.
El masajista deportivo mezcla todas las técnicas que domina en un solo masaje, basándose en un conocimiento estricto de la técnica que aplica y aportando al paciente todos los consejos necesarios tanto para la realización de la sesión de masaje como para el tratamiento posterior.
Carlos Verona corredor del Omega Pharma Quick Steep |
¿Cuándo acudir al masajista deportivo?
El masaje deportivo debería aplicarse para prevenir y luchar contra la fatiga, incrementar la capacidad de trabajo de la musculatura y como medida de apoyo en el tratamiento de lesiones. Por ello, existen cuatro situaciones en las que es muy recomendable acudir a recibir un masaje:
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Masaje de mantenimiento: se basa en realizar un masaje regular programado aplicado según las necesidades anatómicas de una persona y los músculos afectados en un determinado deporte, más propensos a causar problemas. De esta manera se ayuda al deportista a mantener o mejorar el movimiento y la flexibilidad muscular.
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Masaje pre-competición: se usa como calentamiento previo a la prueba con el fin de aumentar la circulación y reducir la tensión muscular y mental antes de la competición. También está basado en las necesidades del deporte practicado, del deportista y del tipo de evento competitivo, pudiendo ser relajante o estimulante.
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Masaje post-competición: su función es la de reducir los espasmos musculares y los desechos metabólicos producidos durante la práctica de un ejercicio intenso. Ayuda al deportista en el proceso de recuperación para volver a los entrenamientos y la competición, reduciendo el riesgo de lesiones.
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Masaje de rehabilitación: por mucho que se intente evitar, habitualmente aparecen calambres, roturas, sobrecargas y contracturas que producen dolor e incluso impiden al deportista seguir entrenando o competir. Con este masaje se acelera el proceso de curación, reduciendo el dolor y aportando nuevas soluciones durante el proceso de rehabilitación.