martes, 7 de junio de 2011

Lo que aprendimos de ti, por Laura Meseguer.



Texto escrito por Laura Meseguer.
Al volver a Madrid tras el Tour de San Luis, mi familia soprendida me escuchaba hablar sobre los castells, la calçotada, los paisajes de Valls, Tarragona, Girona…“Me lo ha enseñado todo Xavi Tondo”, respondía yo. Cada noche nos enriquecía la vida hablándonos sobre lo sencillo, lo bello, las personas y los sueños. Sentenciado hubiese sido aquel que le interrumpiese por el resto que le estábamos escuchando. Palabras que rezumaban vitalidad. Ojos abiertos como platos, señas del niño que siempre llevó dentro. Que descubre el mundo a cada paso, que lo devora. Manos grandes, enormes que hacían aspavientos en sus explicaciones. Sonrisa y unos cuantos “jeje” literalmente salidos de su boca.
Empeño. Superación. Trabajo duro. Constancia. Pasión. Dedicación.Y qué tarde supieron verlo.
Humildad. Positivismo. Ninguna lamentación, siempre pasión y más pasión.
Al volver de San Luis indagué más en la historia de los castells. No me sorprendió encontrar entre sus valores los que él procesaba. Fuerza, Equilibrio, Valor y Cordura. “Es impresionante formar parte de la pinya que sujeta el castell. Es que son tantas las sensaciones que vives ahí dentro que es imposible explicarlo con palabras. ¡Uffff! -como siempre exclamaba- se me pone la piel de gallina solo de recordarlo”, nos contaba en la noche calurosa de San Luis, donde muchos cerramos nuestros lazos con él. Un nudo fuerte, de amistad y cariño eterno que desde hace un par de semanas parece instalado en nuestros corazones y gargantas. Lo que él no sabía es que entre “bambalinas” todos hablábamos sobre él, era mención obligada en la mayoría de las conversaciones. Le admirábamos. Pensábamos para nuestros adentros que existen muy pocas personas así en el mundo. Maravillosa sensación el sentirse afortunado por conocer a alguien. Estos días, nos confesamos nuestros pensamientos. Hablamos sobre lo que Xavi nos contó de uno y de otro, el cariño con el que nos mimaba. Sus amigos nos apoyamos, nos lamentamos, nos preocupamos, nos escribimos y nos entendemos en la pérdida. Una persona así no pasa por nuestras vidas como si tal cosa. Cada una de sus palabras o gestos pasaba a ser una lección aprendida por todos.
Días después te dedico unas sencillas palabras, sin necesidad de plasmar más recuerdos, vivos en nosotros para siempre. Como tú dijiste, “son tantas las sensaciones -en este particular caso recuerdos y vivencias-  que es imposible explicarlo con palabras”. La sonrisa viene en camino… Una grande como las tuyas, como el Wikitondo que eras para algunos, el Glo-Tondo que eras para mí y el Xavi que serás siempre para todos.
…Y como ocurre con los castells y siguiendo lo que aprendimos de tu enseñanza inconsciente, de esta caída nos levantaremos y seguiremos adelante.
Gracias.

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